LA IMPORTANCIA DE LOS ROCIADORES EN LAS CIUDADES DEL SIGLO XXI – EL LEGADO!

Madrid cuenta en la actualidad, en cifras aproximadas, con más de 123 edificios entre 50 y 60 metros de altura, 48 edificios de más de 60 y menos de 70 metros y 20 de 70 a 80 metros de altura.  Existen también 10 edificios de entre 80 y 100 metros de altura y 15 más que superan los 100m.

El 90% de estos edificios es de uso residencial y muchos comparten uso con oficinas. Entre ellos se encuentran también 2 hospitales que superan los 50m.

Ejemplo representativo de alguno de estos edificios:

Solo aquellos edificios que superan los 80m de altura exigen la instalación de rociadores de incendios, como los únicos dispositivos existentes capaces de controlar y sofocar fuegos puntuales, en cualquier área del edificio, evitando su expansión.  Dispositivos cuya evolución data de 1880 y en constante evolución desde entonces.  Los rociadores fueron el primer dispositivo inventado para la extinción automática de incendios sin necesidad de la actuación humana y en la actualidad cuentan con una eficacia del 97%.

Dentro de la M-30 apenas queda espacio para la construcción de nueva vivienda por lo que la reforma de viviendas existentes y de edificios completos se hace necesaria para el correcto mantenimiento de la metrópolis.

La zona exterior a la M-30 permite la construcción de nueva vivienda y esto ha llevado a la aprobación de varios planes urbanísticos.  Existen, principalmente, 5 desarrollos que están previstos en la capital durante los próximos años:

Mahou-Calderón:

Dentro de la M-30, en un área de 193.804 metros cuadrados  del distrito de Arganzuela se aprobó en abril del 2019 el proyecto de reparcelación para otorgar licencias de obra para comenzar la construcción de viviendas prevista hasta el 2021.

El proyecto contempla la construcción de más de 1600 viviendas divididas en bloques de edificios de 8 alturas.  El 10% de las mismas se tratan de viviendas de protección oficial y serán cedidas al Ayuntamiento de Madrid.

Madrid Nuevo Norte:

Se extiende en el límite norte de la capital con una extensión aproximada de 2,65 millones de metros cuadrados a lo largo de 5,6km.  , la mayor parte entre la M-30 y la M-40 comenzando alrededor de la estación de Chamartín hasta el Pardo conectando Fuencarral, Las Tablas y Montecarmelo

El distrito de negocios y el sector norte contarán con más de 1 millón de metros cuadrados de uso residencial , más o menos los mismo metros cuadrados destinados a centros de negocios y 390.000 metros cuadrados para uso terciario.

Las obras, se estima, tendrán una duración de 20 años desde el 2020 al 2040 y contará con 348 nuevos edificios; 60% oficinas y 35% viviendas.  El proyecto está aprobado por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.  El desarrollo contará con 10.500 nuevas viviendas con un 20% destinada a viviendas con algún tipo de protección pública.

También el desarrollo prevé la remodelación completa de la estación de Chamartín que acogerá la totalidad del AVE del Norte de la Península.

Parque de Los Ingenieros:

A las afueras de la M-40, en el distrito de Villaverde al sur de Madrid, un fondo Alemán, está construyendo en la actualidad 1.300 viviendas.  El año pasado se aprobó la puesta en marcha de un proyecto de 366 viviendas de protección oficial de mano de las cooperativas Vitra y Casalar.

En total el proyecto albergará 3.500 nuevas viviendas de las cuales aproximadamente 1.700 serán de protección oficial.

Los Ahijones:

Situado en el distrito de Vicálvaro, entre el Cañaveral y los Berrocales con una superficie de aproximadamente 5,5 millones de metros cuadrados se convierte en el desarrollo más grande previsto al sureste de la capital.

En abril del 2019 comenzó el proyecto de urbanización de las primeras 3.000 viviendas con la intención que su construcción comience en 2021.  En total se prevé la construcción de un total de 17.000 viviendas, de las cuales, aproximadamente el 50% dispondrán de algún tipo de protección oficial.

Bajo estudio, también se encuentra la construcción de nuevas estaciones de metro de la línea 9, que recorren el distrito.

Los Berrocales:

Ubicado al sur de los Ahijones, separado del ensanche de Vallecas por la A-3; con un total de 8 millones de metros cuadrados, donde se contempla la construcción de más de 22.000 viviendas; de las cuales el 50%, contarán con algún tipo de protección.

Está prevista la duración de las obras hasta el 2034.  El proyecto contará con 6 etapas, 2 de las cuales, las más cercanas al ensanche de Vallecas, ya han comenzado.

Existen otros proyectos de desarrollo urbanístico aunque en fases muy primarias: Los Cerros y Valdecarros situados al sureste de la capital.  Se estima que, entre ambos, contarán con más de 66.000 viviendas.  El plan de Valdecarros es el más grande de todos con una superficie de aproximadamente 16 millones de metros cuadrados aunque actualmente se encuentra paralizado.

En total la Comunidad de Madrid podría contar, en un futuro, con un total de 100.000 nuevas viviendas en el sureste de la capital.

Finalmente, cabe mencionar el plan para el proyecto del Paseo de la Dirección; uno de los pocos suelos disponibles para construir dentro de la almendra central interior a la M-30 que contempla la construcción de 2.000 nuevas viviendas.

Todos estos proyectos, en especial Nuevo Norte, están teniendo en alta consideración los más elevados conceptos de sostenibilidad, de eficiencia energética y de modernidad y habitabilidad en sus procesos constructivos; incrementando así la calidad de vida y laboral de los nuevos residentes y trabajadores.

Estos desarrollos contarán con grandes áreas verdes, de recreación y para uso deportivo entre otras. Muchos bloques de viviendas dispondrán de zonas comunes con piscina, gimnasio y otras instalaciones para la mejora en la calidad de vida de sus usuarios.

Uno de los verdaderos legados que podemos dejar a las siguientes generaciones es la mejora en la seguridad de los edificios residenciales y de oficinas o de uso compartido así como en colegios, en hospitales, centros sanitarios y en residencias.

En el 80% de los países que integran la Unión Europea, cualquier desarrollo urbanístico de similares características, contaría con una protección superior de sistemas de extinción automáticos de incendios en edificios residenciales, de oficinas y en aquellos destinados al cuidado y educación de los ciudadanos.

La mayoría de los países regulan la protección con rociadores en todo edificio que supere los 30m de altura, con independencia de si su uso es residencial privado, residencial público, administrativo, docente o sanitario.  En el caso de España, tan sólo en hoteles (residencial público), se regula el uso de rociadores en todo el edificio a partir de los 28m de altura.  Sin embargo, en edificios de viviendas (residencial privado), sólo se regula el uso de rociadores en edificios de 80m o más y sólo en zonas comunes.  Algunas comunidades autónomas, han completado las exigencias legales reduciendo la altura máxima para la instalación de rociadores en la totalidad de cualquier edificio que supere los 50m.

Es difícil de entender que la regulación referente al nivel de seguridad contra incendios que requiere un hotel sea tan superior a la que requiere un edificio de viviendas,  pero la explicación es sencilla.  La mayoría de las agencias de viajes de ámbito internacional, no trabajarían con hoteles que no estuviesen protegidos con rociadores; debido a que las compañías de seguros de viaje no cubrirían los costes asociados a un posible incendio.

En el caso de edificios de oficinas, hospitales, clínicas, residencias y centros educacionales, la ley, en España, no estipula el uso de rociadores a no ser que superen los 80m de altura de evacuación.  Sólo en el caso de los hoteles cuando superan los 28m de altura los rociadores son exigidos.  Sin embargo, en la mayoría de los países la protección con rociadores de edificios queda regulada por muchas otras variables y no solo la altura, que, en cualquier caso; se exigen en torno a los 30m.  Algunas de las variables que muchos países interpretan como determinantes para la regulación y uso de rociadores en este  tipo de edificios son por ejemplo: El número de camas que alberga el hospital, clínica o residencia;  el área en metros cuadrados que abarca el edificio; si existe o no más de una cama por habitación; si existen dependencias comunes abiertas a pasillos; etc.

 

En España contamos con 10 complejos hospitalarios que superan las 1200 camas.  Andalucía, Madrid y Barcelona cuentan con 37 hospitales con más de 500 camas cada uno.

El uso de rociadores no sólo mejora el nivel de seguridad de los ciudadanos sino que permite, en muchos casos, el uso de materiales menos pesados y con menor resistencia al fuego en los procesos constructivos.  También contribuyen al mejor aprovechamiento del suelo permitiendo, en muchos países, una mayor proximidad entre edificios. Mejoran la habitabilidad y el ejercicio de la actividad evitando divisiones y pérdidas de espacios aprovechables. Ayudan a racionalizar los recursos de agua cuando se produce un incendio y evitan la emisión de contaminantes a la atmósfera al contenerlo o sofocarlo.

Por estas y muchas otras razones, las nuevas ciudades del futuro deberían ir protegidas con los dispositivos más efectivos y los únicos capaces de apagar un conato de incendio sin la intervención humana evitando su expansión y minimizando los daños.   Está demostrado que en aquellas ciudades donde se regula de forma exhaustiva el uso de rociadores para la protección de vidas y bienes; resultan con un descenso de un 80% en pérdidas materiales y en daños físicos ocasionados a aquellos ciudadanos afectados por el humo y las llamas cuando se produce un incendio.